Noticias / 5 de octubre de 2023 / Tiempo de lectura: 4 min.

Experiencias empresariales para la paz en las regiones PDET

La FIP avanza en su propósito de entender cómo el sector empresarial puede aportar a la sostenibilidad de los territorios más afectados por el conflicto. En alianza con la embajada de Suecia, reunimos a empresarios y empresarias del Urabá antioqueño y Putumayo.

Empresarias de Córdoba, Putumayo, Antioquia, Cesar y Bolívar junto al equipo de la FIP en Turbo, Antioquia.
Empresarias de Córdoba, Putumayo, Antioquia, Cesar y Bolívar junto al equipo de la FIP en Turbo, Antioquia.

La Reserva Natural Surikí, en Turbo (Antioquia), fue la sede para el primer intercambio de experiencias empresariales para la paz, en el que participaron seis lideresas empresariales de Córdoba, Putumayo, Antioquia, Cesar y Bolívar. Allí conversamos sobre la relación entre sostenibilidad, género y el liderazgo femenino. Además, con los aportes de cada participante se creó la “fórmula de sostenibilidad de mujeres para mujeres”.  

“Tuvimos dos días para aprender y reflexionar juntas y para construir una fórmula que une el significado de sostenibilidad en un contexto de construcción de paz con el liderazgo femenino y con una manera distinta de hacer negocios sostenibles social, económica y ambientalmente en diferentes regiones de Colombia”, explica María Lucía Méndez, directora de Construcción de Paz de la FIP. 

Por su parte, Catalina Hoyos de la embajada de Suecia destacó la importancia de cerrar brechas a través de la cooperación y una mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones y en las juntas directivas de las asociaciones de productores. “Que puedan participar en política, que puedan generar sus propios ingresos, que no dependan de sus esposos ni de los hombres para poder mantener a su familia”, dijo.  

Este encuentro visibilizó a mujeres emprendedoras que a pesar de las dificultades y los desafíos por las brechas y estereotipos que aún persisten, han sabido salir a flote. “Tienen unas cualidades maravillosas que hacen que desarrollen una mayor sensibilidad para llevar adelante sus negocios. Es un placer conocer todas estas experiencias de mujeres empresarias en diferentes regiones del país”, agregó Catalina. 

La fórmula de sostenibilidad que construyeron las mujeres empresarias que se sumaron al encuentro, destaca la importancia de la participación y visión femenina sobre la sostenibilidad social, ambiental y económica de las empresas. Las realidades complejas de los territorios PDET requieren de liderazgos transformadores, fue una de las conclusiones de este intercambio.   

“Cualquier fórmula de liderazgo, cualquier forma de gestión, tiene que tener la visión de las mujeres. Nuestra fórmula destaca la visión desde lo femenino para poder ordenar nuevamente la manera como convivimos, gestionamos los recursos naturales, se produce la riqueza y cómo dialoga con la conservación. Estamos hablando de construir un modelo de convivencia sobre cómo compartir el territorio y la riqueza entre todos”, explica Enilda Jiménez, gerente de la Reserva Surikí. 

El valor de la asociatividad 

La reserva natural Portal del Sol, en Villagarzón (Putumayo), fue el lugar donde realizamos el segundo intercambio de experiencias empresariales para la paz. Allí nos encontramos con líderes de diferentes asociaciones y cooperativas de ese departamento y del Cauca, con quienes conversamos sobre cómo la acción colectiva puede aportar al desarrollo territorial desde la sostenibilidad.  

Nos propusimos hacer este encuentro planteándoles dos preguntas: ¿cómo ven la sostenibilidad a partir de la asociatividad y cuál es ese vínculo entre sostenibilidad y asociatividad?  

“Hay varias definiciones de sostenibilidad, pero básicamente todas coinciden en que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas”, explica Felipe Zarama, investigador de la FIP y coordinador de los intercambios. Por su parte, la asociatividad también plantea desafíos únicos: “garantizar la perdurabilidad empresarial y generar valor para los miembros a lo largo del tiempo, fomentando un propósito compartido”, agrega.  

Los participantes del intercambio hablaron de sus experiencias de asociatividad y sobre cómo se piensan la sostenibilidad, el aporte a sus comunidades y a la construcción de paz en sus territorios. “Cuando hablamos de ser sostenibles pensamos en el bienestar para todos, en que esa sostenibilidad perdure y en que podamos satisfacer nuestras necesidades desde la pluralidad, entendida como la cultura y la ancestralidad que hay en nuestro territorio”, dijo Dairo Loboa Mina. 

Los participantes resaltaron que las asociaciones pueden crear valor más allá de sus miembros al conectarse con otras iniciativas y trabajar en red. Además, destacaron que, desde el enfoque de la conservación ambiental, las asociaciones pueden gestionar de manera más eficiente sistemas productivos interconectados, reduciendo impactos negativos a través de la colaboración. En general, concluyeron que las formas asociativas ofrecen modelos valiosos para abordar la sostenibilidad.  

“Para nosotros lo sostenible es poder estar en unión, poder trabajar para nuestro presente y también para nuestro futuro”, dijo Blanca Pinchao, representante de Coopalmito.

Palabras clave: Construcción de paz / Empresas

 

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