Buena parte de esa aprobación radica en que perciben que su gobierno ha aumentado los espacios de participación, que los diálogos con grupos armados, en especial el del ELN, tienen buen pronóstico a pesar de la crisis, y que se ha avanzado en la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), un legado del Acuerdo de Paz del 2016, claves para los municipios más afectados por la violencia.
De igual forma, los fenómenos que los afectan directamente, especialmente el homicidio y las amenazas. Tampoco reconocen progresos en la transformación de sus territorios, ni en las condiciones de calidad de vida de sus municipios (39%).
Conoce qué más dijeron los líderes sobre seguridad, paz y transformación territorial en el Pulso #7.