Identificando expresiones en el lenguaje de los formadores de opinión que desconocen o subvaloran las bases de legitimidad del sistema político del país, el artículo revisa las principales razones por las que se le niega el carácter legítimo al Estado: vacío de representación política (más allá de los dos partidos tradicionales); insatisfacción de las necesidades ciudadanas y la falta de resultados en la acción gubernamental de la administración de turno. Al respecto, el artículo argumenta que en términos generales, existen fundamentos suficientes para sostener que, aun con imperfecciones, el Estado colombiano es legítimo.