Desde el 2015, la Fundación Ideas para la Paz, FIP, ha venido impulsando una línea de estudios en la que conecta la paz con la equidad de género. En este marco aunamos esfuerzos con el International Development Research Centre (IDRC), para llevar a cabo la iniciativa “Seguridad para mujeres y población LGBTI en regiones afectadas por el conflicto armado en Colombia”, que se implementa en Puerto Asís y San Miguel, municipios de Putumayo, en Apartadó y Tumaco. Nuestro propósito es generar información basada en evidencia que pueda fortalecer capacidades comunitarias, públicas y privadas para la toma de decisiones sobre las condiciones de seguridad de estas poblaciones.
Como parte de una serie de publicaciones enmarcadas en esta iniciativa, en el siguiente informe se presentan los principales hallazgos en Tumaco, donde trabajamos desde mayo de 2017, de la mano de diferentes actores territoriales. Este informe es de carácter analítico, en esa medida, los hallazgos no sólo se refieren a la información recogida en terreno, sino también al desarrollo de planteamientos que combinan los enfoques del equipo de investigación de la FIP con las perspectivas de los actores territoriales. Así mismo, presenta recomendaciones de política pública para la seguridad de las mujeres y la población LGBTI en este municipio de Nariño.
La FIP identifica que, en Tumaco, la disputa territorial de los grupos armados y la presencia de economías ilegales propician entornos donde las violencias de género se profundizan y se utilizan para el control territorial y de las comunidades. De igual forma, las violencias contra las mujeres y la población LGBTI están relacionadas con las percepciones de seguridad de estas poblaciones y sus vivencias en el territorio. De ahí que el deterioro de la seguridad que actualmente afronta el municipio plantee diferentes retos y maneras de abordar las dinámicas de estas violencias, así como la adopción de medidas específicas para mejorar la seguridad de estas poblaciones. Para la FIP resulta estratégico para abordar la problemática, comprender por qué las violencias de género hacen parte de la disputa territorial.
Sobre las vivencias de las mujeres en el territorio, sus percepciones de seguridad y las violencias contra ellas, el informe destaca que:
Los estereotipos de género y los repertorios que justifican las violencias contra las mujeres siguen vigentes en las comunidades. Además, continúan siendo eficaces como mecanismos de regulación social que afianzan el control territorial de los grupos criminales.
Los diferentes tipos de violencias contra las mujeres (sexuales, económicas, de parentesco o familiares) se superponen con vulnerabilidades sociales que son históricas en Tumaco. Estas violencias se agudizan dada la dependencia económica de ellas en medio de un contexto de narcotráfico. En este sentido, las mujeres se sentirán seguras allí donde su autonomía económica esté garantizada por fuera de las dinámicas de las economías ilegales que están en manos de los grupos criminales.
La intervención que se hace en materia de seguridad y militarización en Tumaco no se traduce en que las mujeres se sientan más seguras. Por esto, es necesario construir y fortalecer nociones de seguridad desde las percepciones territoriales, poniendo especial atención en los sentidos de seguridad desde y para las mujeres, así como teniendo en cuenta las dinámicas actuales del orden público.
La percepción de inseguridad de las mujeres está relacionada con la ruptura y debilitamiento de tejidos y saberes ancestrales que funcionaban como mecanismos de protección y de reconocimiento en la vida cotidiana, a lo cual se suma la re-significación de lugares con sentidos colectivos.
Sobre las vivencias de las personas LGBTI en el territorio, sus percepciones de seguridad y las violencias contra esta población, el informe destaca que:
No contar con información específica sobre hechos de violencia contra personas LGBTI dificulta la implementación de medidas de protección diferenciadas. Esto limita la respuesta institucional y profundiza los impactos en la vida cotidiana de estas personas. Por esto, resulta importante documentar y hacer seguimiento a los casos asociados con delitos y vulneración de derechos a razón de la orientación sexual de la víctima.
Prevalecen prejuicios y estigmas sobre las personas LGBTI y sus dinámicas de vida que contribuyen a mantener la violencia y la discriminación, lo que incrementa la vulnerabilidad de las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas.
La sensación de desagrado y el estigma social sobre las personas que manifiestan o expresan una orientación e identidad de género diversa, incide en sus percepciones de seguridad y en la posibilidad de aportar a los temas públicos de la comunidad. Para avanzar hacia la garantía y ejercicio de derechos y el goce de una ciudadanía plena para la población LGBTI, es necesario comprender la relación entre orientaciones sexuales e identidades de género diversas, las violencias que se naturalizan en la cotidianidad y las condiciones de seguridad que se asumen en lo público.