Análisis / 11 de octubre de 2023 / Tiempo de lectura: 5 min.

La migración en las elecciones de alcaldes 2023

Las ciudades son el principal escenario de acogida de la población migrante en Colombia. Su integración depende, en gran medida, de la capacidad de respuesta de las alcaldías. Analizamos con Equilibrium CenDe los programas de gobierno de las candidaturas a alcaldías de los municipios clave para la gestión migratoria.

  • Autore/as
  • Juan Pablo Rangel E.
    Juan Pablo Rangel E. Investigador
  • Daniela Mogollón C.
    Daniela Mogollón C. Investigadora junior

La inmensa mayoría de migrantes venezolanos llegan a Colombia para quedarse, y el 84% lo hace para mejorar sus condiciones económicas. Sin embargo, esta intención de permanencia contrasta con la disposición de las comunidades de acogida: las encuestas de percepción ciudadana en Colombia muestran el rechazo de los colombianos a que los venezolanos se queden.

Esto les pone en una situación de desventaja contra los colombianos para acceder a medios de vida. En Bogotá, por ejemplo, la probabilidad de que un migrante trabaje de manera informal es 42% más alta en comparación a la de un colombiano, y gana en promedio un 39,7% menos (1).

Las ciudades son el principal escenario de acogida de la población migrante en Colombia. Su integración depende, en gran medida, de la capacidad de respuesta de las alcaldías. Ver infografía

Son amplias las evidencias académicas sobre los impactos positivos de la movilidad humana en los contextos de acogida. En Colombia, esto se traduce en el aumento en los niveles de consumo y en el incremento de las personas en edad económicamente activa o de personas ocupadas; situación que, por ende, hace que crezca el número de cotizantes al sistema de seguridad social. Sin embargo, para que sea posible aprovechar estos beneficios, se necesita un ambiente propicio para que los migrantes puedan realizar su proyecto de vida en el país.

El proceso de integración de la población migrante se da principalmente en ciudades capitales. Es por eso que en el nivel territorial es donde se hace necesaria la transversalización de un enfoque diferencial migratorio para atender a esta población. Los municipios como entidad fundamental político-administrativa del Estado, se constituyen en un contexto que requiere la disposición de la oferta pública de asistencia social, la cual depende, en gran medida, de las capacidades territoriales para realizarlo.

El

6%

del total de la población que habita en el país son personas refugiadas y migrantes de Venezuela

Por esa razón, hay expectativa en estas elecciones locales frente a las propuestas de los candidatos en materia de gestión migratoria. Se espera que incluyan acciones afirmativas para la atención, de acuerdo con las necesidades de migrantes según su vocación de permanencia, tránsito o carácter pendular; colombianos retornados y personas con su situación migratoria resuelta. Por otro lado, es pertinente establecer rutas de atención cuando el estatus migratorio irregular les excluya y caigan en la informalidad (2).

El

84%

de migrantes venezolanos llega a Colombia para mejorar sus condiciones económicas

Si bien las políticas de regularización y sus avances son temas que le corresponden al Gobierno Nacional, la integración depende, en gran medida, de la capacidad de respuesta de los gobiernos territoriales. Las experiencias de gestión migratoria en el mundo han enseñado que la cohesión social debe ser trabajada de forma tan focalizada como sea posible, y que no hay una receta mágica para acabar con la xenofobia. Los problemas de los territorios no son iguales y su relación con la población migrante tampoco.

Ese tema está cada vez más interiorizado por los gobernantes locales, especialmente de las grandes ciudades receptoras, quienes han trabajado de la mano de la cooperación internacional y organizaciones de la sociedad civil para promover programas de impacto colectivo que han beneficiado tanto a la población migrante como a la de acogida. Sin embargo, parece que esta línea de gobierno no ha permeado las campañas electorales. Al menos no de manera positiva.

Además del desinterés por la gestión de la migración, el silencio de los candidatos tiene dos posibles explicaciones: la primera es que los índices de xenofobia en el país son altos, y tomar una postura promigración parece una estrategia contraproducente para ganar votos de un electorado que, en su mayoría, se opone a la integración de migrantes venezolanos. La segunda, es que las propuestas en esta materia, a vista del simple entendedor, no caen en tierra fértil tendiendo en cuenta que, a excepción de las 52.000 personas de origen venezolano que tienen cédula de extranjería (3), la población migrante no podrá votar.

Hay un ecosistema que escucha y toma atenta nota sobre las propuestas de campaña que emergen en municipios particularmente sensibles a los efectos de la movilidad humana"

Sin embargo, hay un ecosistema que escucha y toma atenta nota sobre las propuestas de campaña que emergen en municipios particularmente sensibles a los efectos de la movilidad humana en Colombia. Hay un conjunto de donantes que necesitan saber qué esperar y en dónde invertir los recursos que tienen disponibles para potenciar la integración; un cúmulo de organizaciones de la sociedad civil representando las voces de migrantes que esperan acciones afirmativas para atender a la población de acuerdo a las necesidades de contexto, y una arquitectura institucional que no está diseñada para la gestión migratoria, pero se ha dispuesto para la atención al ritmo de la urgencia humanitaria de años anteriores.

Por esto, la xenofobia no puede posicionarse como la única agenda disponible. Han sido recurrentes las referencias de candidatos que promueven discursos de odio que resuenan de manera masiva en las elecciones territoriales. Esta situación impacta la cohesión social en los territorios y aumenta la hostilidad en contra de la población migrante venezolana en Colombia.

Se requieren liderazgos regionales que gobiernen haciendo valer los derechos políticos de refugiados y migrantes. El hecho de que la inmensa mayoría de personas venezolanas que viven en Colombia no puedan votar, no les exime de ser sujetos políticos. Se requieren también canales para permitir la incidencia de esta población en programas de gobierno y reglamentaciones administrativas de carácter local en pro del proceso de integración en Colombia.

Catalina Arenas-Ortiz, investigadora asociada de Equilibrium CenDe y Laura Daniela Mogollón Célis, investigadora junior del área de Construcción de Paz - FIP, son coatuoras de este análisis.

1 La cifra oficial de migración Colombia es de 2.477.588, que fue publicada en febrero de 2022. En febrero de 2023 se conocióuninformepublicado y luego retirado de los sitios oficiales quehabla de 2.894.593; se asume que la cifra sigue en aumento. https://observatorio.desarrolloeconomico.gov.co/sites/default/files/files_articles/0823_efectoseconomicosdelamigracion.pdf

2 Para saber más sobre las necesidades de la población venezolana en Colombia, ver: https://www.r4v.info/es/document/gifmm-colombia-evaluacion-conjunta-de-necesidades-para-poblacion-con-vocacion-de

5 Observatorio Nacional de Migraciones - DNP (2022), https://2022.dnp.gov.co/DNPN/observatorio-de-migracion/ Paginas/Flujos-Migratorios.aspx

Palabras clave: Migración / Elecciones / Venezuela

 

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