Tras el llamado de alerta de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, por el aumento de los atracos en Bogotá, en esta charla de La Silla Vacía se analizaron las cifras de seguridad en las principales ciudades del país durante la cuarentena y los retos que representan "las nuevas violencias" que se han generado.
Para Jerónimo Castillo, director de Seguridad y Política Criminal de la FIP, "estamos ante una especie de experimento natural. Durante tres meses se ha aplicado una medida drástica de encerramiento, con variaciones, que no nos permite tener una idea sobre el comportamiento delictivo (...) No estamos en época para tener claridades, sino para plantear preguntas ante las cifras", dijo.
Los principales interrogantes giran al rededor de lo que ocurre en la capital del país. "Mirando las cifras, pareciera que Bogotá tuviera una violencia más estabilizada que ciudades como Cali y Medellín, que se consideran que están en manos de grupos criminales, pero que tuvieron descensos significativos en el homicidio durante los primeros cinco meses del año. ¿Por qué no pasa lo mismo en Bogotá?", dijo Castillo, quien hizo un llamado a no silenciar otros delitos como el gota a gota, la extorsión, la usura y la especulación, entre otros, que van a emerger en la "nueva normalidad", asociados a la crisis económica y social.