El Clan del Golfo representa hoy uno de los principales desafíos de seguridad para avanzar en la estrategia de Paz Total del gobierno de Gustavo Petro. En términos militares y según datos oficiales, comparando 2018 con 2023, el pie de fuerza de este grupo creció en un 58% (de 3.803 a 6.015 integrantes), pasó de tener influencia en 188 municipios a 214, y tiene planes de expandirse hacia Cundinamarca, Tolima, el suroeste antioqueño y el Magdalena Medio, ahora bajo el nombre de Ejército Gaitanista de Colombia.
Con este panorama y ante la posibilidad de avanzar en algún proceso de conversación con el Clan del Golfo, la FIP se preguntó por las lecciones que dejó el proceso de negociación que más logró avanzar con este grupo —del que pocos detalles se conocen porque no fue público—, y que se realizó entre finales del 2015 y el 2018.
“La Paz Total nos ha sumergido en la discusión sobre la diferencia entre dialogar con grupos políticos y no políticos. Sin embargo, estamos ante una dicotomía que el país ha estado enfrentando desde hace más de dos décadas: mientras que los diálogos con el ELN, el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia ya cuentan con ciertos logros, el escenario con grupos criminales está paralizado”, advierte María Victoria Llorente, directora ejecutiva de la FIP.
A su vez, Pierre-David Jean, Consejero Político de la Embajada de Canadá, señala que “es fundamental conocer y socializar experiencias y lecciones del pasado que arrojen luz a los procesos actuales”.
Tras una investigación de más de un año, que incluyó el acceso a documentos inéditos y 22 entrevistas con protagonistas directos de esta negociación y conocedores del Clan del Golfo, la FIP presenta en su informe La última negociación del Clan, datos desconocidos de la conformación del grupo, los esfuerzos de los gobiernos para combatirlo y explica por qué se decidió iniciar una negociación durante el segundo mandato de Juan Manuel Santos para acordar su sometimiento a la justicia colombiana.
Lecciones para el presente
Sobre las lecciones derivadas de esta experiencia de negociación frustrada que son útiles para la Paz Total, la FIP destaca las siguientes:
Es necesario construir y consensuar un marco jurídico. Hay que encontrar un adecuado balance entre la posibilidad de generar un nuevo marco jurídico para el sometimiento, que cuente con incentivos claros y efectivos para este grupo y, por otro lado, que respete la autonomía y lineamientos de la Fiscalía y del Gobierno Nacional frente a las posibilidades del sometimiento.
Las puertas del sometimiento se abren por una combinación de factores, no se trata solo de voluntad. El despliegue de las operaciones Agamenón I y II, así como de otras acciones de la Fuerza Pública y la Fiscalía, explica buena parte de la persistencia del Clan por contactar al Gobierno y a la Fiscalía en diferentes momentos. Las capacidades de recoger buena inteligencia por parte del Estado son definitivas.
Es importante que el Gobierno defina el lugar y la importancia del sometimiento dentro de su estrategia de paz. Para esto hay que designar un equipo negociador y definir cuál es el punto de llegada.
Hay que apropiar conjuntamente objetivos, reglas y procedimientos claros para el sometimiento.
Hay que definir el lugar que ocupa la confidencialidad en el proceso. Este criterio es esencial para el éxito del sometimiento.
La caracterización del grupo “demarca la cancha” frente al sometimiento. Información oportuna y precisa sobre trayectorias, composición y actividades del grupo criminal permite avanzar con mayor certeza.
Hay que construir una narrativa que despeje dudas e identificar conceptos que “construyan puentes”.
Si el proceso de acercamiento y definición de acuerdos es demasiado largo, se corre el riesgo de que los actores involucrados y sus valoraciones cambien de manera desfavorable.
Se necesita respaldo jurídico para facilitar la tarea de delegados y abogados representantes del grupo, así como de los funcionarios públicos que acompañan la negociación.
Es importante el apoyo internacional para que ayude a definir el margen de acción para negociar el sometimiento.
Este informe es el primero de la serie Lecciones de negociar con grupos no rebeldes en Colombia, que la FIP presentará a lo largo de este año en el marco de la celebración de sus 25 años. La serie busca dinamizar una reflexión que aporte a la estrategia de Paz Total tejiendo la historia con el presente, aprovechando la reactivación de la conversación sobre los desafíos de una negociación con la criminalidad.