¿Qué tanto acceden al sistema financiero las personas en proceso de reincorporación?

Garantizar condiciones económicas para los proyectos de vida de las personas en proceso de reincorporación es una condición ineludible para construir paz. Hacerlo aleja a los excombatientes de reincidir en actividades relacionadas con el conflicto, buscando medios de subsistencia. A largo plazo, además, ayuda a solucionar las precariedades de poblaciones históricamente excluidas y de territorios con deudas pendientes de ser saldadas por el Estado.

En el caso de la reincorporación de las FARC se diseñó un modelo para que fuera colectivo, por lo que los firmantes de paz se agremian con el ánimo de sacar adelante proyectos productivos. La ruta de acceso a beneficios económicos de este proceso, incluía una "asignación de normalización", que consistía en un único giro de dos millones de pesos que hacía la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) a las personas en el proceso, así como una "asignación única mensual" equivalente al 90% del salario mínimo, que aún reciben 10.959 personas.

A pesar de que el 84,2% de los firmantes del Acuerdo de Paz han recibido la asignación para proyectos productivos, la sostenibilidad de estos emprendimientos se ha visto truncada por dificultades para acceder a rutas de comercialización y a créditos, es último un asunto poco inexplorado y que tiene efectos en el apalancamiento de los negocios de los excombatientes.  

Las barreras de la oferta

Teniendo en cuenta este contexto, la FIP y Asobancaria sumaron esfuerzos para realizar un análisis sobre inclusión financiera de personas en proceso de reincorporación, que se incluyó como capítulo del libro Derechos Humanos e inclusión financiera, publicado por la Defensoría del Pueblo y Asobancaria en junio de 2024 durante su convención bancaria anual, y que en octubre, publicó de manera independiente, Asobancaria.

Este estudio caracteriza los niveles de acceso de personas en proceso de reincorporación al sistema financiero —especialmente a productos crediticios— y coteja esta información con las percepciones del sector financiero sobre las barreras materiales y relacionales a las que se han enfrentado para incluir a los firmantes de paz en sus servicios.

Por el lado de la oferta, encontramos entidades financieras estrechamente relacionadas con las Cuentas Paz, productos de ahorro diseñados a la medida de estas poblaciones para recibir sus transferencias mensuales. Las entidades financieras con mayor participación en el mercado también cuentan con líneas de crédito que se adecúan a las particularidades de excombatientes, aun cuando reconocen dificultades para que todos sus equipos comerciales se alineen con acciones afirmativas hacia esta población, en particular frente a los procedimientos de validar sus antecedentes.

Desde la óptica de las entidades financieras, las principales barreras para otorgar créditos están asociadas con la baja capacidad de pago de las personas en proceso de reincorporación, las validaciones requeridas para prevenir el lavado de activos (que es particularmente sensible para excombatientes con antecedentes), y la falta de educación financiera que refuerza imaginarios negativos hacia las entidades financieras. 

Las barreras de la demanda

Las personas en proceso de reincorporación manifiestan que las principales dificultades para acceder a créditos están en los asuntos relacionales, sobre todo en la falta de confianza para acudir a entidades financieras a solicitar servicios de crédito. Como se requieren validaciones de seguridad a su identidad, prefieren autoaislarse para evitar poner en evidencia su condición y por miedo a discriminaciones. Incluso aquellos que se someten a estos filtros, manifiestan dilaciones y tramites excesivos e infructuosos en su atención. Es por eso que resulta frecuente que usen productos financieros cuya validación puede hacerse de manera remota —como el caso de billeteras digitales— y que recurran a prestadores informales de crédito.

Los excombatientes también reconocen como barrera que el modelo de endeudamiento en entidades financieras tradicionales sea una responsabilidad individual, lo que contrasta con el modelo cooperativo del proceso de reincorporación. Esto es relevante porque los productos crediticios no son compatibles con los imaginarios de vida de las personas en reincorporación. Existen algunas entidades financieras, sobre todo cooperativas, que si propician, a través de la educación financiera, una relación más cercana con los firmantes de paz.

Lanzamiento del análisis