Durante las últimas tres décadas, la región del Nudo de Paramillo se convirtió en uno de los lugares de mayor disputa de los grupos armados ilegales y organizaciones criminales del país. La razón: ser uno de los principales corredores del narcotráfico del noroccidente colombiano. Además, por las posibilidades que brinda su geografía para la fabricación, comercialización, tráfico de drogas hacia el exterior y recientemente, el cultivo de la coca.
n el Paramillo han estado el Ejército de Liberación Popular (EPL), el Bloque Noroccidental o Iván Ríos de las FARC, el Bloque Sinú y San Jorge y Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y bandas criminales como Los Paisas, Los Rastrojos y Los Urabeños. Adicionalmente, en los últimos años se convirtió en una de las zonas escogidas para la implementación de operaciones de recuperación y consolidación territorial por parte del Estado.
En años recientes, entre 2000 y 2013, la región experimentó varios cambios, al pasar del conflicto entre el Bloque Iván Ríos de las FARC y las AUC, en los primeros cinco años de la década, a convertirse en un escenario de operativos militares con la creación de la Fuerza de Tarea Conjunta Nudo de Paramillo (FTCNP) en 2009, el establecimiento de la zona de Consolidación Territorial y la puesta en marcha del Plan Espada de Honor de las Fuerzas Militares en 2011. Como resultado, a finales de 2012 se registró un balance favorable a las fuerzas del Estado con respecto a las acciones guerrilleras.
A lo largo de 2013, las poblaciones del Nudo de Paramillo en límites con Urabá, registraron el debilitamiento de los Frentes 5 y 58 del Bloque Iván Ríos, lo que contrasta con el control que aún mantiene el Frente 18 sobre Ituango en Antioquia. Adicionalmente, se hicieron visibles alianzas entre los Frentes 5 y 18 con la banda de Los Urabeños y disputas entre el Frente 58 y esa agrupación criminal.
El Frente 5 tiene influencia en Tierralta y en la zona que conecta al Nudo de Paramillo con Urabá y que pasa por la Serranía del Abibe. Este Frente, que se encontraba debilitado desde 2012 como resultado de los operativos de la fuerza pública, sufrió una de sus más importantes pérdidas en febrero de 2013, en el marco de la operación Elipsis, en la que murió Luis Carlos Durango alias ‘Jacobo Arango’, jefe de dicha estructura y segundo comandante del Bloque Iván Ríos de las FARC.
En marzo de 2014 también murió alias ‘Jhonny V’, jefe de finanzas de esa estructura, en un operativo de la FTCNP realizado en Dabeiba, Antioquia. Según información de la fuerza pública, en la actualidad el Frente es comandado por alias ‘Ariel’ o ‘La Frita’.
De otro lado, el Frente 18 está al mando de Alfredo Alarcón Machado, alias ‘Román Ruiz’ y es considerado como uno de los Frentes más activos del Iván Ríos. Su principal centro de operaciones es Ituango, en el que a marzo de 2014 tenía cinco estructuras: la red de milicias al mando de alias ‘Molina’ y las compañías Jefferson Cartagena, Jaime Pardo Leal, Santa Rita y Alberto Martínez. Este Frente también tiene presencia en el sur de Puerto Libertador y Montelíbano. A pesar de ser una de las estructuras más sólidas, el 18 de septiembre de 2013 sufrió un importante golpe con la desmovilización de su principal ideólogo, Medardo Maturana Largacha alias ‘El Negro Tomás’, en el corregimiento La Granja en Ituango[1].
Por su parte, el Frente 58 opera en Tierralta, Mutatá y Montelíbano[2] y está comandado por Jhoverman Sánchez, alias ‘Manteco’. Este Frente, a diferencia de los anteriores, ha entrado en confrontación con Los Urabeños entre 2012 y 2013 en Tierralta. Aunque con menor presencia, en el Nudo se encuentra el Frente 36 de las FARC que ha recibido apoyo de la columna Mario Vélez proveniente del sur de Córdoba, para proteger los ingresos que tienen de la extorsión a la minería y al narcotráfico en los límites entre el Nudo y el Bajo Cauca Antioqueño.
Este Frente se ubica en los municipios vecinos del Bajo Cauca Antioqueño y al parecer fue el responsable del ataque con explosivos a un helicóptero de la Policía Nacional, realizado el 23 de diciembre de 2013 en Briceño, Antioquia, lo que representa una posible violación al cese unilateral al fuego declarado por las FARC entre el 15 de diciembre de 2015 y el 15 de enero de 2014.
En el caso de las bandas criminales, estas han hecho presencia a través de Los Paisas, Los Rastrojos y ahora Los Urabeños, siendo esta la organización predominante en la región desde 2011 en Tierralta, las zonas planas de Montelíbano y Puerto Libertador y parte de Mutatá.
En 2013 y 2014, la banda de Los Urabeños y los Frentes 5 y 18 de las FARC tenían alianzas en torno al narcotráfico: las FARC se concentran en el cultivo de hoja de coca y en su procesamiento primario, y luego la vende a las bandas para su cristalización y comercialización.
No obstante, existe una diferencia entre la alianza actual de Los Urabeños con el Frente 5 y aquella con el Frente 18, puesto que el Frente 5 comparte su presencia municipal con Los Urabeños aún y cuando en 2013 se habló un posible debilitamiento de su alianza después de la muerte de alias ‘Giovanni’ y de ‘Jacobo Arango’ en Tierralta.
El Frente 18, por su parte, tiene presencia exclusiva en Ituango y realiza transacciones con Los Urabeños en los límites municipales hacia el noroccidente en la ruta que va desde la vereda Santa Lucía de ese municipio hacia el corregimiento Juan José en Montelíbano; y en el occidente en límites con Briceño, Valdivia y Tarazá.
El conflicto armado en la región del Nudo de Paramillo ha generado un impacto humanitario sobre la población civil. Entre 1997 y 2002, la alta tasa de homicidios, al igual que los desplazamientos forzados, tuvieron relación directa con las disputas entre las FARC y las AUC por el control de la región. En años más recientes, entre 2003 y 2013, las violaciones a los derechos de la población civil han estado asociadas a las disputas entre bandas criminales y a la confrontación armada entre FARC y fuerza pública.
Estas últimas dinámicas han determinado que, aún después de la desmovilización de los Bloques Sinú y San Jorge y Mineros de las AUC en 2005 y 2006, la región continuó registrando una tasa de homicidios superior al promedio nacional, algunos incrementos en materia de desplazamiento forzado –aunque en dimensiones inferiores a las reportadas al inicio de la década–, y un aumento en las víctimas por minas antipersonal.
Entre 2006 y 2011, la violencia estuvo relacionada con disputas entre Los Paisas, Los Urabeños y Los Rastrojos por el control de los corredores de salida de droga hacia el exterior. Por su parte, el aumento de las víctimas por minas antipersonal coincide con el cerco instalado por la guerrilla para evitar el ingreso de la fuerza pública a las zonas altas del Nudo de Paramillo y la erradicación manual de cultivos de coca (que desde 2003 aumentaron en la región).
Entre 2012 y 2013 se registró una importante disminución en todos los índices de violencia en la región de Paramillo, que puede ser explicado, al menos de manera parcial, porque las bandas criminales llegaron a un acuerdo de distribución territorial, en el que la región quedó en manos de Los Urabeños. A esto se suman las alianzas entre las bandas criminales y las FARC en municipios como Montelíbano y Puerto Libertador.
Así, aunque la tasa de homicidios tuvo un incremento entre 2012 y 2013 de 10% y se ubicó diez puntos por encima de la nacional, entre 2011 y 2012 se registró una caída de un 40%. El número de desplazamiento disminuyó entre 2012 y 2013 a la mitad y no se registran masacres en la región entre 2012 y 2013. Otros indicadores, como el número de víctimas por minas antipersonal también ha venido cayendo de manera progresiva desde 2010.
A pesar de esta reducción, la presencia de Los Urabeños y su propósito de mantener el control sobre las actividades ilegales y los corredores para el tráfico de drogas, al igual que la presencia del Frente 18 de las FARC, han mantenido altos los índices de violencia del Nudo de Paramillo y en particular, en Tierralta e Ituango, que reportaron la situación más crítica en materia de minas antipersonal, desplazamientos y tasas de homicidios de toda la región.