Noticias / 12 de agosto de 2021 / Tiempo de lectura: 7 min.

Los jóvenes tienen la palabra: una iniciativa que busca tramitar sus demandas en el Congreso

¿Cuáles son las necesidades y miedos de los jóvenes frente al futuro del país? Un grupo de congresistas los escuchó y acaban de radicar cinco proyectos de ley que los benefician.

En pleno Paro Nacional, en mayo, un grupo de congresistas jóvenes de
diferentes ideologías y partidos políticos inició una agenda de visitas a varias ciudades con altos índices de pobreza y desempleo, para comprender los intereses, necesidades y propuestas que tienen sus jóvenes. Estas visitas surgieron tras identificar la necesidad de generar conversaciones genuinas y tender puentes entre los jóvenes y el Congreso para dar respuesta a las demandas expresadas en las movilizaciones.

La ruta de “Los jóvenes tienen la palabra” ya ha pasado por Cali, Ibagué, Pereira, Valledupar, Riohacha, Buenaventura, Tumaco, Quibdó, Villavicencio, Florencia y Bogotá, y continuará hacia ciudades como Cúcuta y Popayán. Y como parte de los resultados se construyó una agenda legislativa que se materializó en la radicación de cinco proyectos de ley en la Cámara de Representantes, el pasado11 de agosto [1].

La FIP, con el apoyo de la Embajada del Reino Unido en el marco del proyecto “Del Capitolio al Territorio”, ha venido realizando el acompañamiento técnico y pedagógico a todos estos espacios de conversación. En la FIP estamos convencidos de que la coyuntura del Paro Nacional exige el encuentro de todos los ciudadanos para generar diálogos constructivos que resulten en acciones concretas con el fin de transformar los problemas del país.

Las preocupaciones de los jóvenes y sus propuestas

“Soy porque somos, no puedo ser feliz si mi comunidad no es feliz”. Joven participante de “Los Jóvenes tienen la Palabra”

Los jóvenes que participaron en estos espacios tienen claro su poder de transformación en esta coyuntura y confían en poder cambiar el rumbo del país. En las conversaciones con los congresistas han manifestado la poca representatividad que perciben en instituciones como el Congreso de la República, pero, aun así, insisten en que es deber del Congreso movilizar acciones y respuestas a sus preocupaciones más profundas.

Algunos de los temas que se abordaron durante las sesiones —y que los jóvenes calificaron como los más apremiantes— fueron:

  • Las necesidades educativas de los territorios (en especial el acceso a educación superior)

  • La necesidad de un cambio en el relacionamiento con la Policía Nacional

  • La violencia de género

  • El desempleo

  • La debilidad de los espacios de participación

  • La estigmatización de la protesta social

  • La necesidad de esclarecer los hechos de desapariciones y asesinatos en el Paro de 2021

  • La protección del medioambiente

Jóvenes de Buenaventura. Junio 2021
Jóvenes de Buenaventura. Junio 2021

Esta amplia agenda de temas y motivaciones de la movilización tiene sus matices regionales. Por ejemplo, en las ciudades del Pacífico colombiano (Cali, Tumaco, Buenaventura y Quibdó), la defensa y preservación de la cultura es un eje central para los jóvenes, pues ha sido una forma de afrontar la violencia y particularmente el reclutamiento forzado. En ciudades como Cali, Pereira y Riohacha, las movilizaciones sociales generaron también un “estallido cultural” que contribuyó, desde su perspectiva, a la creación de lazos comunitarios y expresiones por medio de la cultura.

La seguridad territorial fue también un tema de discusión durante estos encuentros. En Buenaventura, Riohacha y Tumaco, los jóvenes perciben que la falta de oportunidades está relacionada con los ciclos de violencia que han vivido estos territorios. En las movilizaciones que se dieron en estas regiones, la denuncia del reclutamiento forzado, la explotación sexual de niños y niñas y el control de grupos armados, ha sido parte de la agenda.

La implementación del Acuerdo de Paz es otra de las demandas de los jóvenes: la reforma rural integral, la política de drogas y la reparación de víctimas. En ciudades como Florencia, Villavicencio y Valledupar, su agenda de movilización está directamente relacionada con la necesidad de avanzar en la implementación del Acuerdo.

Conversar y construir desde las diferencias: expectativas y desafíos

“Las personas en Buenaventura están desmotivadas ya que no tienen oportunidades y, en muchos casos, sienten que no tienen ni siquiera el derecho a soñar”. Joven participante de “Los Jóvenes tienen la Palabra”

Además de la discusión sobre los temas álgidos y la expresión de propuestas e ideas para que los congresistas trabajaran desde el nivel nacional, también han sido protagonistas las emociones y sensaciones de impotencia, rabia y escepticismo entre los jóvenes.

Telar de mensajes donde los participantes de "Los jóvenes tiene la Palabra" plasman sus ideas
Telar de mensajes donde los participantes de "Los jóvenes tiene la Palabra" plasman sus ideas

Lo anterior está relacionado con la fatiga que sienten frente a los espacios de participación y diálogo que, desde su perspectiva, no llegan a un punto concreto, son desarticulados, poco incidentes e ineficientes. A esto se suma la acentuada desconfianza frente a la institucionalidad pública, que se profundiza en un año preelectoral.

En este sentido, un desafío es fortalecer el conocimiento sobre cómo funciona el sistema político colombiano y promover la participación política de los jóvenes para que canalicen sus demandas por vías institucionales (como es el caso de las Plataformas de Juventudes).

El reto mayor sigue siendo generar confianza hacia los canales institucionales, pues existe un escepticismo pronunciado frente a la legitimidad de la democracia representativa, los partidos políticos y los escenarios de participación formales para tramitar sus demandas.

Los jóvenes de hoy exigen un paso más allá de ser solo consultados: piden que sus demandas lleven a la toma de decisiones visibles que transformen las realidades en sus territorios y les permitan recuperar su capacidad de soñar.

Sin duda, construir un proyecto conjunto de país implica continuar conversando y construyendo desde las diferencias y, como sugiere la filósofa Martha Nussbaum[2], transformar las emociones de rabia y escepticismo que manifiestan hoy los jóvenes del país en otras de esperanza, compasión y amor, para poder plantar lo que ella llama un “espíritu de amor cívico” que “impulsa a las personas a trascender las suspicacias y divisiones para apoyar proyectos comunes con entusiasmo sincero” [3].

Las respuestas de los congresistas

Tras escuchar a los jóvenes, conocer sus inquietudes y emociones con respecto a las demandas del Paro Nacional, representantes de la Cámara y sus equipos de trabajo priorizaron cinco proyectos de ley que fueron radicados en la presidencia de la Cámara de Representantes. Se trata de iniciativas que entran a trámite legislativo y que podrán ser comentadas por los participantes en los próximos meses. (ver galería de fotos)

Sobre educación superior se incluyen propuestas como créditos diferenciales, condonación de intereses en los créditos del ICETEX y otras medidas de acceso y permanencia. Sobre empleo joven —un tema de particular preocupación para los jóvenes— este grupo de congresistas propone impulsar los emprendimientos jóvenes, el acceso a información oportuna y de calidad para el empleo y el servicio comunitario con ciclos de formación para jóvenes, entre otras medidas.

Un tema recurrente relacionado con la preocupación de los jóvenes en temas de equidad de género es el de los derechos sexuales y reproductivos. Por esto, uno de los proyectos de ley propone que se incluya, de manera temprana, la educación sexual en las instituciones educativas, así como la formación de los docentes en equidad de género.

Dos de los temas más debatidos —y de particular demanda por parte de los jóvenes— son los desafíos del relacionamiento con la Policía Nacional y las garantías para la participación ciudadana, incluida la protesta social. Uno de los proyectos se concentra en generar garantías para la participación ciudadana; otro, toca un asunto que seguramente será de intenso debate: el traslado de la Policía Nacional desde el Ministerio de Defensa hacia el Ministerio de Justicia.

“Los Jóvenes tienen la Palabra” continuará con las visitas regionales, generando espacios de conversación e identificando las propuestas y preocupaciones de los jóvenes a nivel territorial y nacional. En la FIP creemos que estos espacios son fundamentales para conformar un país verdaderamente democrático e incluyente, en el que la palabra sea más poderosa que la violencia.

[1] Reviva la rueda de prensa de presentación de los proyectos de ley ante la presidencia de la Cámara de Representantes: https://www.youtube.com/watch?v=Hzc_MMTt4U4

[2] Nussbaum, M. (2014). Emociones políticas ¿Por qué el amor es importante para la justicia? Barcelona: Paidós.

[3] Ibid. Pag 452

 

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