El pasado 23 de septiembre, Cacao Conecta celebró dos años de actividad en un gran encuentro en Apartadó que reunió a los aliados del proyecto y a 35 de sus participantes, además de líderes y representantes de las comunidades del Urabá antioqueño.
Cacao Conecta se ha posicionado como una oportunidad para conectar aliados, entidades y personas que creen que el desarrollo es posible y el bienestar un imperativo. "Nos ha permitido reconocer las capacidades que tienen los productores de cacao y sus asociaciones, las JAC, las mujeres y los jóvenes de Urabá, y las autoridades locales para plantearse nuevos caminos para construir un bienestar pensando por la gente y para la gente", dijo Tatiana Mosquera directora de Transforma, el centro de formación de la FIP y líder de la alianza.
Para la FIP, todo este proceso se ha convertido en una oportunidad de entender como la construcción de paz requiere una aproximación sistémica, una intervención 360, donde se involucren acciones construidas desde las personas enfocadas en mejorar su bienestar económico, social y comunitario.
El encuentro contó con varios espacios de conversación, que giraron en torno a la importancia de la alianza para el desarrollo territorial y para cerrar brechas de pobreza, género y conectividad, específicamente. También se escucharon las experiencias de los participantes, los logros, aprendizajes y las acciones que, de la mano del equipo del GDA, se esperan ejecutar en el tercer año de Cacao Conecta.
“El cacao nos ha unido y nos ha permitido descubrir que, para lograr cambios en lo colectivo hay que aumentar la confianza como vecinos y colegas, que el diálogo con las autoridades locales es clave para avanzar en la región y que la conectividad es un medio que hace que esto sea más fácil”, dijo Robert Rhodes, director de la Oficina de Gobernabilidad y Construcción de Paz de USAID.
Durante el evento también se profundizó en la productividad, la conectividad y la gobernanza, ejes fundamentales del proyecto. "Entendemos la gobernanza como modelo de gestión y desarrollo del bienestar social", dijo Jerónimo Castillo, director del área de Seguridad y Gobernanza de la FIP. Por eso es clave que los órganos de gobierno de las asociaciones productoras de cacao y las Juntas de Acción Comunal, se apropien del conocimiento tecnológico para favorecer su relacionamiento y transparencia, que dinamicen las redes comunitarias e institucionales, reforzar la cooperación y articulación y los espacios de participación ciudadana y de rendición de cuentas.
Con esta actividad en Apartadó, se confirma la importancia que tienen los espacios de socialización y aprendizaje colectivo para poner sobre la mesa las necesidades de las comunidades, pero también para dar cuenta del impacto que, proyectos como Cacao Conecta, dejan en el bienestar de las comunidades. La transformación y el bienestar colectivo son un trabajo conjunto entre empresa privada, institucionalidad y los territorios.
Transformación y el bienestar colectivo
Cacao Conecta es una alianza global para el desarrollo (GDA) entre la FIP, Microsoft, la Compañía Nacional de Chocolates (CNCh) y USAID. Beneficia a 324 productores de cacao, 150 integrantes de organizaciones sociales y comunitarias y 45 representantes de instituciones y entidades públicas y privadas de los municipios de Apartadó, Turbo y Dabeiba. Trabaja por transformar a los beneficiarios en agentes de cambio y toma de decisiones en los entornos cacaoteros.