Cosechando equidad: desafíos y oportunidades de las mujeres en el Urabá antioqueño

Este espacio, organizado por el GDA Cacao Conecta —alianza que implementan la FIP, Microsoft, la Compañía Nacional de Chocolates y USAID— resaltó experiencias de mujeres que aportan a la transformación y al cierre de brechas dentro de la cadena productiva del cacao.  

"Foros como este permiten visibilizar a las mujeres y jóvenes rurales, resaltando su valor y destacando que juegan un papel fundamental en la búsqueda de una sociedad más diversa, equitativa e incluyente”, dijo Lorena Herrán, coordinadora de compras y fomento agrícola de la Compañía Nacional de Chocolates, quien compartió su experiencia de liderazgo en la agroindustria.

A las experiencias se sumaron varias conversaciones. Una de ellas fue con lideresas jveniles, moderada por Tatiana Mosquera, directora del centro de formación Transforma de la FIP, la cual buscó identificar los desafíos que ellas enfrentan en espacios de participación locales y cómo promover la inclusión y el empoderamiento 

“Este tipo de espacios son una oportunidad para reunirse, conocer experiencias que pueden inspirarnos y ayudarnos a reflexionar sobre las barreras y potencialidades que actualmente vivimos en cuestiones de género. Al combinar espacios de conversación y experiencias vivenciales, los participantes pueden reflexionar sobre sus propios prejuicios y estereotipos y generar cambios comportamentales que son fundamentales para la equidad de género”, aseguró Mosquera.  

Los aprendizajes 

Reflexiones como que los jóvenes están derribando barreras y estereotipos, participando en procesos y apuestas que les permiten avanzar desde lo comunitario y la importancia de su inserción en escenarios políticos y públicos a nivel rural, se dieron durante el espacio. 

La mayoría de los participantes coincidió en que el gran desafío tanto para jóvenes y mujeres es cultivar la confianza. Al ser comunidades afectadas por conflictos de toda índole, la construcción de confianza se convierte en un reto para quienes ejercen los liderazgos y esto obliga a generar espacios participativos y transparentes.  

En lugar de pensar que los hombres hacen parte de un mundo y las mujeres de otro, pensemos que somos seres humanos y que todos y todas tenemos los mismos derechos y capacidades para aprender a hacer, entre otras cosas, los trabajos de cuidado"

Sandrith Jiménez Gómez, presidenta de la Corporación Hagamos las Paces, resaltó la importancia de hablar sobre las oportunidades y los desafíos de la región para avanzar en temas de equidad. "Lo más significativo de este espacio fue la participación de personas del común: mujeres lideresas, jóvenes que le apuestan a visibilizar temas actuales con enfoque de género y mujeres que están hablando de transformar el territorio y aportan ideas de una forma diferente”, dijo. 

Una experiencia con arte 

A través de un performance, organizado por el grupo CorpoLea, en compañía de María Fernanda Cepeda de Generando Equidad y Santiago Espitia de Plural Estudio, los asistentes cuestionaron estereotipos y roles de género, especialmente en las comunidades rurales. 

La experiencia desde el arte fue un acierto para los participantes. Según Sandrith, “el cultivo de cacao, la siembra y la cosecha fueron la excusa perfecta para tener otras miradas: ver a los campesinos como aportantes de los espacios de reflexión y no solo como trabajadores de la tierra. Hablar de equidad, incluyendo a hombres y a personas con identidades diversas, hace que sea un espacio cómodo y que se comprenda desde la diferencia que todos y cada uno puede aportar a la construcción de sociedad”.   

Con este foro, Cacao Conecta continúa aportando al reconocimiento de los actores rurales como transformadores del territorio. Una conversación dirigida al cierre de brechas de género desde la mirada de las agricultoras, los jóvenes, las lideresas comunitarias y las mujeres de la agroindustria que rompen barreras, ocupan y se apropian de espacios para llevar el desarrollo, la inclusión y la diversidad a los territorios.