Noticias / 30 de abril de 2024 / Tiempo de lectura: 6 min.

Cacao Conecta y transforma: aprendizajes de apostar por el cambio en el Urabá antioqueño

Durante tres años, la alianza Cacao Conecta le apostó a empoderar a mujeres y jóvenes en el proceso de cultivar el cacao, buscando generar un círculo virtuoso de bienestar no solo para el entorno cacaotero, sino para el Urabá antioqueño.

Jónenes participantes de la iniciativa social Cacao Conecta en el evento de presentación de resultados tras tres años de trabajo con las comuidades y asociaciones cacaoteras.
Jónenes participantes de la iniciativa social Cacao Conecta en el evento de presentación de resultados tras tres años de trabajo con las comuidades y asociaciones cacaoteras.
  • Con el apoyo de
  • Transforma, Centro de formación
  • Autore/as
  • Natalia López B.
    Natalia López B. GDA Cacao Conecta
  • María Acosta V.
    María Acosta V. Coordinadora de investigaciones y proyectos
  • Jerónimo Castillo
    Jerónimo Castillo Director de área
  • Tatiana Mosquera A.
    Tatiana Mosquera A. Directora
  • Paulo Tovar S.
    Paulo Tovar S. Coordinador de participación y diálogo

En el 2021, Microsoft, la Compañía Nacional de Chocolates y la Fundación Ideas para la Paz (FIP), con el apoyo de USAID, se aliaron para darle vida a Cacao Conecta, una iniciativa social que le apostó a convertir a los y las productoras de cacao de Turbo, Dabeiba y Apartadó, en Antioquia, en agentes de cambio y toma de decisiones en los entornos cacaoteros y la región.

Para lograrlo, Cacao Conecta se concentró en mejorar la productividad cacaotera, la confianza entre los sectores sociales, la participación de las mujeres y los jóvenes en la toma de decisiones, y en fortalecer las capacidades tecnológicas para promocionar la participación y la transparencia.

La pregunta es si, tres años después, Cacao Conecta contribuyó a empoderar a mujeres y jóvenes, y si ese empoderamiento se tradujo en hechos puntuales de incidencia. Por eso, los resultados —y también los aprendizajes— de esta apuesta social se socializaron hoy en Apartadó, en un espacio que reunió a cerca de 250 personas entre beneficiarios de Cacao Conecta e invitados especiales.

"Trabajamos directamente con más de 300 productores de cacao, se generaron 26 puntos de conectividad y más de 18.000 personas están haciendo uso de esos puntos”, destacó Camila Gómez, Consejera Principal de USAID Colombia en Apartadó. “Nos sentimos satisfechos por haber tenido la oportunidad de aportar junto a las demás organizaciones al impacto positivo de la comunidad", agregó.

Por su parte, María Victoria Llorente, directora de la FIP, resaltó que Cacao Conecta logró conectar agendas distintas y ponerlas en marcha, pero, sobre todo, llegar a consensos de lo que era prioritario para aportar a una transformación territorial real. “Las agendas de mujeres y jóvenes fueron el punto de encuentro en este proyecto. Unos y otros nos ayudaron a identificar la ruta que debíamos seguir y lo que debíamos trabajar", afirmó.

Una apuesta que funcionó

La suma de acciones de cada uno de los aliados de Cacao Conecta —alineadas con el objetivo superior de fortalecer las capacidades de cada participante en temas relacionados con la conectividad, la productividad y la gobernanza— contribuyó de manera eficaz a consolidar los intereses productivos de la región y a entablar diálogos gana–gana con las autoridades y el sector empresarial.

Más de 1.000 personas de Apartadó, Turbo y Dabeiba hicieron parte de Cacao Conecta. Se sumaron productoras y productores de cacao, asociaciones productivas de cacao, juntas de acción comunal, organizaciones de mujeres y jóvenes y representantes de las entidades públicas municipales, con la idea de transformar sus vidas para aportar a la construcción de sus territorios. Se destaca que el 56% de los participantes del proyecto fueron mujeres (558), de las cuales 223 tienen entre 18 y 28 años, y que el 35% son jóvenes.

De los 325 beneficiarios

47%

consideran que tienen mayor bienestar (capital económico, social y humano) del que tenían al inicio de la iniciativa. Se destaca que el 56% de los participantes fueron mujeres (558) y que el 35% son jóvenes.

Juan Fernando Castañeda, presidente de la Compañía Nacional de Chocolates, expresó su gratitud por el compromiso de las familias que hicieron parte de la iniciativa. "Debemos reflexionar sobre lo que hicimos en estos tres años y darle continuidad para que otras asociaciones y organizaciones se involucren en la transformación del territorio", dijo en Apartadó.

Como parte del fortalecimiento del entorno cacaotero se destaca el mejoramiento de 664 hectáreas de cacao, el crecimiento del 15% en el rendimiento de las unidades productivas y el incremento de laproducción de cacao premium, que pasó de 32 a 42 toneladas.

La apuesta por la conectividad también dio frutos. Andrés Rengifo, director de asuntos corporativos, externos y legales de Microsoft Latinoamérica, resaltó que “la tecnología en esta iniciativa se convirtió en un instrumento para alinear, asociar y potenciar la productividad". Los participantes, por ejemplo, pudieron acceder a precios y compras en tiempo real, registrar información para la toma de decisiones y la transparencia, y fortalecer las capacidades productivas.

Durante el encuentro en Apartadó, algunos productores de cacao y beneficiarios de Cacao Conecta compartieron sus aprendizajes y resaltaron la apuesta por lo social. "La iniciativa logró que nos uniéramos y sacar lo mejor de cada productor y productora, porque muchos de nosotros no sabíamos que teníamos capacidades que podían fortalecer nuestras asociaciones y aportar al territorio”, dijo Emelia Páramo, de la Asociación ASOPRAUR.

Hoy, el 47% de los 325 beneficiarios directos de Cacao Conecta consideran que tienen mayor bienestar (capital económico, social y humano) del que tenían al inicio de la iniciativa. A eso se suma, según el indicador de gobernanza de la FIP, que tras la intervención de la iniciativa la percepción sobre temas relacionados con legitimidad, calidad del trabajo comunitario y transparencia de las organizaciones comunitarias, así como de las asociaciones productivas de cacao y del gobierno local, mejoró en un 13%.

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Involucrar a jóvenes y mujeres: una fórmula ganadora

Contar con un enfoque de género como eje transversal de las actividades del proyecto fue clave para reflexionar sobre la distribución equitativa de cargas y de masculinidades corresponsables en las unidades productivas de cacao y en los hogares.

“Al inicio del proyecto, el 10% de las mujeres indicaron que las labores de cuidado excedían las 12 horas. Luego de tres años, solo el 5% lo manifiesta. Por otro lado, el 3% de los hombres participantes incrementó su tiempo de dedicación a las labores de cuidado”, asegura María Acosta, investigadora de la FIP, quien resaltó que uno de los desafíos más grandes para la participación de las mujeres es lograr la comprensión por parte de los hombres frente a la importancia de dividir las tareas del cuidado, que están asociadas principalmente a ellas.  

Cacao Conecta también le apostó a construir espacios donde se pudiera resaltar la participación política efectiva de las mujeres. Uno de esos esfuerzos fue crear el consejo de género, que ha servido para luchar contra estereotipos machistas y generar paridad de género en el ámbito productivo del cacao. Además, las participantes lograron tener conversaciones de alto nivel con candidatos a las alcaldías municipales, que sus necesidades y prioridades se pusieran en la agenda pública y que las comunidades le hicieran seguimiento a la construcción de los planes de desarrollo.

Los jóvenes, por su parte, también lograron una mayor participación e incidencia en los asuntos de sus territorios. De los 21 integrantes del Consejo Municipal de Juventud de Turbo, 11 participaron activamente en el proyecto, así como seis de los 15 miembros de la Plataforma Distrital de Juventud y 11 de los 19 consejeros del Consejo Municipal de Juventud de Apartadó.

Cacao Conecta en voz de sus protagonistas

 

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