Desde hace cuatro años, la FIP junto a las Empresas Públicas de Medellín (EPM), lidera la Ruta de la Confianza, una iniciativa que apuesta por transformar las relaciones entre la comunidad, la institucionalidad y la empresa en los 12 municipios de la zona de influencia del Proyecto Hidroeléctrico Ituango.
Durante este tiempo, la Ruta ha impactado a 1.719 personas: 60% mujeres y 39% hombres que pertenecen a organizaciones sociales, juntas de acción comunal, organizaciones productivas de mujeres, autoridades locales y a la empresa.
La fórmula de la Ruta ha sido exitosa: dialogar para generar confianza, tener mayor confianza para transformar las relaciones, y que estas relaciones renovadas impulsen la cooperación y el desarrollo de la región.
Durante su recorrido la Ruta se ha enfocado en transformar las relaciones entre los tres actores priorizados. Durante las tres primeras etapas, lideró 120 sesiones de diálogos que se materializaron en 72 acciones colectivas relacionadas con temáticas y problemas relevantes para cada uno de los 12 municipios donde se concentra la iniciativa.
A lo largo de todo el proceso, la percepción de la comunidad hacia EPM ha mejorado: pasó de 0.55 a 0.65, de acuerdo con el índice de medición de confianza de la FIP. Por su parte, la percepción sobre la importancia del diálogo como un factor clave para mejorar las relaciones, llegó al 95%.
La nueva apuesta
En la cuarta fase, que inició en junio del 2024, la Ruta avanza en fortalecer capacidades y habilidades para que los tres actores puedan articularse, fomentar la cooperación y brindar más garantías para la efectiva gobernanza de los recursos territoriales (financieros, humanos, naturales, etc).
"Fortalecer habilidades técnicas y socioemocionales que aporten al desarrollo territorial sostenible, así como promocionar nuevos liderazgos o potencializar los que ya existen para que puedan liderar procesos, han sido los temas centrales en esta nueva etapa de la Ruta", dice Miguel Suárez, director de Construcción de Paz de la FIP.
La Ruta cuenta actualmente con 630 participantes, entre los que se destacan mujeres con vocaciones productivas, líderes de organizaciones sociales y funcionarios públicos. Con ellos, la Ruta desarrolla acciones para que se pueda cumplir el Plan de Manejo Ambiental (PMA) de sus municipios y fortalecer sus capacidades organizacionales. Lo hace a través de procesos de construcción de confianza, fortalecimiento institucional y comunitario para la gestión participativa de lo público, y procesos de género, con los que busca seguir aportando al desarrollo integral, corresponsable y sostenible de la región.
Así avanza la Ruta
Equidad de género. Encuentros para fortalecer las capacidades organizativas y relacionales de las mujeres productivas, brindarles herramientas para mejorar su gestión empresarial, impulsar la participación e incidencia en la toma de decisiones y promocionar alianzas estratégicas para su autonomía.
Fortalecimiento institucional. Encuentros para formar a servidores públicos en el diseño y la apropiación de los Planes Institucionales de Capacitación (PIC), y encuentros tématicos enfocados en mejorar la gestión pública, reflexionar sobre la ética del servidor público, identificar conflictos de intereses y mejorar la comunicación.
Fortalecimiento organizacional. Encuentros para profundizar en la incidencia pública de las organizaciones sociales y el reconocimiento de las diferentes formas de participar en los asuntos políticos de los territorios.