¿Es posible promover la incidencia en asuntos públicos si se fortalece la confianza, el diálogo y la cooperación en los territorios? Buscando responder a esta pregunta, la FIP, en alianza con las Empresas Públicas de Medellín (EPM), puso en marcha, desde el 2020, la Ruta de la Confianza, una apuesta por transformar las relaciones entre la comunidad, la institucionalidad y la empresa en los 12 municipios del área de influencia del Proyecto Central Hidroeléctrico Ituango (PCHI).
Tras dos años de recorrido, los aprendizajes se compartieron en el Festival de la Confianza, en los municipios de Ituango y Liborina, donde representantes de las comunidades de los 12 municipios, así como autoridades locales y la empresa, compartieron las acciones colaborativas que protagonizaron en sus territorios, destacando especialmente las vivencias alrededor del diálogo y la cooperación.
"Hoy, cada municipio reconoce que el medio para transformar el territorio sí es la acción colectiva basada en relaciones de confianza. Queda mucho camino por recorrer, pero ya están sembradas las bases para que en estos municipios reconozcan que el diálogo es una herramienta útil para solucionar, de manera conjunta, cualquier desafío", señala Miguel Suárez, coordinador de la Ruta de la Confianza.
Se realizaron cerca de 300 espacios de encuentro durante el segundo año de la Ruta, que no sólo lograron aumentar los niveles de confianza y transformar las relaciones, sino que permitieron que los participantes diseñaran sus propias agendas de incidencia, que son planes a futuro en torno a temas como la protección del medio ambiente, el fortalecimiento de las economías locales a través del turismo o las practicas agro-sostenibles, la promoción del liderazgo juvenil y la salud mental, entre otros.
"Este ha sido un proceso verdaderamente transformador porque logramos mostrar la fortaleza de nuestras comunidades. Hay momentos en los que las relaciones no están en su mejor momento, pero a través de procesos donde aprendemos a dialogar desde el respeto, podemos avanzar", aseguró Ángela Benavides, coordinadora del área de Derechos Humanos de EPM.
El Festival de la Confianza fue un espacio para que organizaciones, instituciones educativas, invitados especiales y las comunidades en general, conocieran de primera mano cómo la Ruta la Confianza ha logrado incidir en asuntos públicos y fortalecer espacios de diálogo con miras a la construcción de paz y el desarrollo en estos municipios de Antioquia.
"Fue ganador para todos conocer el proceso y los logros de otras comunidades dentro de la Ruta de la Confianza, pues si bien era el mismo fin en cada lugar, se hicieron procesos muy diferentes, acoplados al contexto de cada municipio. Nos dimos cuenta de que todos tenemos necesidades sentidas y diversas, pero que se puede llegar a acuerdos si se coopera", resaltó María José Henao, participante del municipio de Yarumal.
Transformar las relaciones e incidir en lo público también son asuntos de género
Así lo entiende la Ruta de la Confianza, por eso realizamos 24 espacios con hombres y mujeres para reflexionar sobre cómo el género incide en la manera en la que las relaciones y la participación aportan al desarrollo territorial.
Los encuentros de hombres, “Machos en trocha, hombres en camino”, contaron con la participación de 163 hombres, quienes ahondaron las diversas expresiones de su masculinidad y la importancia de construir relaciones más equitativas con las mujeres de su comunidad.
En los círculos de mujeres participaron más de 200 mujeres de los 12 municipios del área de influencia del Proyecto Hidroituango. Uno de los círculos más significativos se realizó en el corregimiento del Aro, perteneciente al municipio de Ituango. Allí, 30 mujeres, la mayoría del área rural, tuvieron la oportunidad de reconocer su entorno, su rol en espacios de participación, diálogo y toma de decisiones.